Cuanto más alto es él, más inclinada está ella (2004)
[Mensaje navideño de 2004]
Amigos,
metidos de lleno ya en este mundo de fantasía, merece la pena plantarnos durante dos segundos y sentir la necesidad de tener contacto con el mundo real.
En el cielo, todos somos legendarios marchantes de arte figurativo, y nos codeamos y envidiamos como los formidables campeones del mambo que en realidad somos, a lo largo de extenuantes, apocalípticas “descargas”.
Bombardeamos el murallón de lo real con la tormenta de nuestros ritmos. Abombamos por un instante lo que parece ser la frágil cáscara de huevo de lo existente. ¿Cómo podríamos estar siempre “bajo un cielo convexo” sin morir de asfixia de vez en cuando?
Las bajas entre nosotros son comprensibles, nadie nos dura para siempre, los amigos se diluyen entre el "supergén" pasado de fecha, son pérdidas sepia, cosas de abuelas y cajas de polvorones atadas con cordeles.
Lo real, lo cotidiano, está en otro lado, entre el fragor sudoroso como parches de timbal, o como en esos momentos raros en los que se te podría haber parado el corazón ahíto de locura de amor y no te habrías dado ni cuenta...
En fin, que lo mundano no nos impida ver con buenos ojos a la naturaleza y que, por una vez, se cumplan los deseos imposibles.
Feliz reflexión.
Ab.
Feliz reflexión y sesuda. Hay que leerla un par de veces para empezar a sonreír. Gracias AB.
ResponderEliminarGracias a ti siempre, J., por tu implicación.
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